domingo, 23 de octubre de 2016

Catedral de Guadix




La Catedral es el auténtico símbolo de la ciudad, siendo su silueta inconfundible desde kilómetros de distancia, por su ubicación y por la altura de su torre.

Su construcción comenzó en 1492 sobre la vieja Mezquita Mayor, según traza de Diego de Siloé. El proceso constructivo abarcó desde los siglos XVI-XVIII, de ahí que su contemplación suponga un viaje artístico desde el gótico hasta el barroco.

La  Catedral  consta  de  3  fachadas:  la principal está dedicada a la Anunciación,  y es considerada un auténtico “retablo en piedra”; la sur,  por  su  parte,  está  destinada  a  Santiago mientras que la norte está dedicada a San Torcuato.

Es en la puerta de San Torcuato donde comenzaremos nuestra visita. En este lado de la Catedral,  podemos encontrar la torre, coronada por la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, obra de Amadeo Ruiz del Olmo. Como curiosidad hay que indicar que hasta hace unos años la imagen gozaba de un mecanismo que la orientaba hacia cada uno de los barrios de Guadix según determinadas horas del día.





PUERTA DE SAN TORCUATO







Está dedicada al patrón de la ciudad, San Torcuato, llama la atención respecto al resto de fachadas del templo por ser la más pobre arsticamente hablando. Esto es debido a que cuando finali la construcción de la Catedral, en esta zona se situaba una barbacana con un importante desnivel que hacía poco útil la apertura de una puerta en este lugar. La puerta se reali y con el paso del tiempo  acuñó su propia leyenda, pues se cree que su apertura era preludio de grandes catástrofes en la ciudad al coincidir con epidemias, terremotos, etc... Leyenda o no, somos muchos los que aun no hemos podido contemplarla abierta.

 Pasando por el Arco de Palacio que comunica la residencia del Obispo de la ciudad con el templo catedralicio directamente. A la izquierda del arco encontramos la puerta de
           Santiago, coronada por la imagen del apóstol. Además                de         muchas consideraciones arsticas, en ella encontramos la           curiosidad de  la existencia
de 2 cálices de aire, que literalmente son de aire. Para poder apreciarlo correctamente hay que situarse frente a la puerta. Los 4 capiteles de columnas  sitúan 4 pequeños entablamentos, cuya estructura entre la cornisa y las columnas forma las figuras de lo que parecen ser cálices. Éstos dan lugar a la leyenda del campanero de la Catedral.








Frente a esta fachada, encontramos la escultura dedicada a los niños cantores de la Catedral, testigo de la gran tradición musical de este templo. Dicho coro goza de gran prestigio, si bien su mayor esplendor lo alcanzó en los años 80 del pasado siglo.

Se llama de la Encarnación, puesto que a ella está consagrada la catedral y su símbolo es el jarrón con azucenas. Les invitamos a buscarlo puesto que se encuentra en innumerables lugares de este templo, tanto dentro como fuera de él. Esta fachada ha sido catalogada como un auténtico retablo en piedra” por su monumentalidad. En las hornacinas podemos encontrar las imágenes de los 7 varones apostólicos, los cuales vinieron a predicar el cristianismo a estas tierras y entre los que se encontraba el hoy patrón de Guadix, San Torcuato.


Se aprecia notablemente el estilo barroco por la gran profusión de elementos decorativos. Coronando la fachada encontramos dos medallones: uno rectangular dedicado a la Encarnación y otro redondo con el escudo de Felipe V, regalado a la ciudad por su fidelidad en la guerra de sucesión.
La catedral posee una amplia colección de gárgolas de variadas formas, de cañón la mayoría, y otros con cabezas de animales: monos, carneros y leones.
En esta hermosa plaza podemos contemplar, a la izquierda de la fachada, el primer seminario de la ciudad, antiguo palacio de los Ramírez de Arellano con portada barroca  de Gaspar Cayón. Su puerta se encuentra poco centrada en el edificio y en el conjunto de la plaza, debido a que cuando se construyó no exisa este espacio y se derribaron casas para poder abrirlo.


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