La cita será el viernes día 23 a las
ocho de la tarde en el Palacio Julio Visconti
El poeta, escritor y periodista José Infante
estará presente este viernes en la sesión número 136 del Aula Abentofail de
Poesía y Pensamiento correspondiente al mes de febrero para realizar una
lectura poética de su obra, caracterizada por su intensidad emotiva y honda
humanidad, así como por su musicalidad interna y brillantez imaginativa, tal y
como se destaca en el programa de mano. La sesión tendrá lugar a las ocho de la
tarde de este viernes 23 de febrero en el Palacio Julio Visconti.
Esta cita mensual con la cultura se viene
celebrando en Guadix desde el año 1999 bajo la dirección del escritor Antonio
Enrique y con la organización de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de
Guadix que encabeza Beatriz Postigo Hidalgo. La cita será como siempre el
último viernes del mes y, como es habitual, estará abierta a todo el público
que desee asistir. Constituirá sin duda una ocasión única para escuchar y
entablar diálogo con el autor invitado.
Más información sobre
José Infante (extraída del programa de mano del Aula)
Nacido
en Málaga en 1946, estudió Derecho, Filosofía y Letras y Periodismo en las
universidades de Granada y Complutense de Madrid. Diplomado por la Real Escuela
Superior de Arte Dramático y Danza. Poeta, escritor, periodista, antólogo. Como
poeta ha publicado Imágenes sucesivas (1970), Uranio 2000, poemas del caos
(1971), Elegía y No (1972), La uva duodécima (1976), La nieve de su mano
(1978), El artificio de la eternidad (1984), El don de lo invisible (1992), Lo
que queda del aire (1993), La arena rota (1998), La arena rota y otros poemas
(2003), La casa vacía (2004), Días sin música (2005), Sin orden ni concierto
(2006), Daños colaterales (2009), El dardo en la llaga (2010) y La libertad del
desengaño (2014). Poesía (1969-1989) y Elegías y meditaciones (2009 y 2016)
constituyen las antologías de este poeta, considerado uno de los más destacados
surgidos en Andalucía a partir de la década de los 70.
Traducido al inglés,
sueco, francés e italiano, entre otras, y profusamente antologado, a él mismo
se deben importantes compilaciones como Antología de la poesía espiritual
española (1985), Antología de los poetas del 27 (1985) o España paso a paso,
Andalucía (1986), así como ensayos de diversos autores y textos tan reveladores
como la Autobiografía del desconsuelo (1995 y 2005). En el ámbito de la
instrospección histórica, es de destacar su Victoria Eugenia de Battenberg, un
amor traicionado (2003).
Residente en Madrid
desde 1972 (hasta fecha reciente en que recuperó su Málaga natal), colaboró
activamente en diversos medios nacionales
de prensa escrita,
así como en prestigiosas revistas literarias (Signos, Turia, Barcarola,
Atlántica, etc.). Y desde 1974 a 2007, su actividad se volcó en Televisión
Española, como redactor, guionista, ayudante de dirección y subdirector
(Documentos Tv, Informe Semanal, Dominical Informativo…), debiéndose a su
dirección programas especiales memorables, sobre autores como Gerald Brenan o
Robert Graves, así como acerca de Don Juan de Borbón o el rey Juan Carlos.
Premio Adonais en
1971, otros muchos reconocimientos le fueron otorgados a su obra: Beca Juan
March (1980), Ciudad de Melilla (1984), Cáceres, Patrimonio de la Humanidad
(1997), Aljabibe (2005), José Hierro (2005), Ricardo Molina (2008), Ciudad de
Zaragoza (2013), así como el Andalucía de la Crítica de poesía (2005).
Académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo desde
abril de 2012, en 2015 le fue concedida la Medalla de Oro del Ateneo de Málaga,
así como, al año siguiente, el premio Ciudad de Cabra a toda una vida de
dedicación y entrega a la literatura.
Intensidad emotiva y
honda humanidad, musicalidad interna y brillantez imaginativa son algunos de los
rasgos que caracterizan su obra poética.
Un poema de José Infante
El
mundo de la noche
A Leopoldo Alas, in memoriam.
El
mundo de la noche no tiene casa.
Es
solo niebla y música estridente.
Está
lleno de sombras y de miedos,
que
tratamos de paliar con el alcohol
y
con las drogas, un canuto de maría,
una
raya furtiva en los lavabos,
un
porro, algún chupito de ron
que
es tan caliente y que ayuda a pasar
la
noche oscura. Mientras la alegría
y
la locura se apoderan de las pistas
de
baile y de las discotecas de moda,
el
mundo que está fuera continúa
mísero
y triste y el hambre y la injusticia
siguen
reinando en todas partes, ante
la
indiferencia de todos los que huyen.
Luego,
cuando amanece, siempre
te
quedas solo. Como antes estabas.
Antes
de habitar el laberinto siniestro
de
la noche, su falsa sensación
de
que tú estás a salvo, a salvo
de
la ira de los hombres
como
escribió antes de irse Leopoldo.
Él
se marchó y nos dejó más solos,
más
vulnerables a los peligros
de
esa terrible fosa que nos amenaza
y
en cuyas fauces acabaremos todos.
De La libertad del desengaño.