sábado, 10 de septiembre de 2016

Cascamorras celebra su 526 aniversario con record de corredores por las calles de Guadix.


         La gran participación en el Cascamorras Infantil ya lo hacía presagiar: la de hoy ha sido una multitudinaria carrera que ha llenado las calles de Guadix del color de sus cerros (un curioso tono arcilloso que da como resultado la mezcla de colores y agua que se utilizan para esta Fiesta). José Manuel García Plaza, Maíllo, ha dedicado algo más de dos horas y media en recorrer la distancia que separa la estación, desde donde sale, de la Iglesia de San Miguel, donde finaliza el recorrido. Y lo ha hecho acompañado de miles de personas que no han querido perderse la ocasión de vibrar con la fiesta, declarada de Interés Turístico Internacional.


            A pesar de la masiva afluencia de gente, la carrera se ha desarrollado sin incidencias y ha contado con una perfecta coordinación entre los diferentes cuerpos de Policía Local, Guardia Civil, Protección Civil (que se ha visto reforzada con voluntarios procedentes de la Agrupación de Granada) y Bomberos (que como siempre han refrescado el recorrido con sus mangueras en diferentes puntos y han lanzado espuma al final del mismo).

            Precisar una cifra de participantes ha resultado hoy difícil para la Hermandad de la Virgen de la Piedad y su Presidente, Juan López Lechuga, ya que había gente tanto en la carrera como de público repartida en diferentes tramos. Con todo, sí que se puede afirmar que la participación ha superado la del año anterior (que ya fue calificada como la más multitudinaria recordada hasta entonces y se calculó que contó con unas doce mil personas entre corredores y público). Como novedad este año se ha notado la presencia de muchos más corredores y menos gente como público. Es decir, cada vez son más los que se animan a adentrarse en la carrera, siendo también cada vez más las que lo hacen en familia.

            El respaldo institucional desde diferentes administraciones ha sido también muy importante. Y lo mejor es que prácticamente todas ellas se han animado a vivir la carrera desde dentro. Además de la alcaldesa accitana, Inmaculada Olea Laguna, y de varios concejales de la corporación municipal, han recibido en el balcón al Cascamorras y su comitiva tres delegados provinciales: el delegado de Cultura, Guillermo Quero; el delegado de Agricultura, Manuel García; y la delegada de Fomento y Vivienda, Mariela Fernández-Bermejo.

También ha habido una nutrida representación de la Diputación provincial: el diputado de Turismo, Enrique Medina; el diputado de Obras Públicas y Vivienda, José María Villegas; el diputado de Economía (además de concejal en el Ayuntamiento de Guadix y Cascamorrero), Manuel Gómez Vidal; y el diputado de la oposición Jesús Lorente. A lo que hay que sumar la presencia este año del alcalde de Baza (también vicepresidente primero de la Diputación provincial), Pedro Fernández.

Junto a ellos, el Presidente del Patronato de la Alhambra, Reynaldo Fernández. La concejala de Cultura de Celanova, Pilar Regueiro. Y el máximo responsable de La Ciudad Accesible, Antonio Tejada. Además de otros alcaldes como el de La Mojonera. No ha faltado tampoco la participación del Obispo, Ginés García-Beltrán, que ha recibido al Cascamorras desde uno de los balcones de las dependencias de la diócesis. Y respaldando al Cascamorras, miembros de la Hermandad de la Virgen de la Piedad, de la Asociación del Cascamorras en Guadix y muchos de los que en ediciones anteriores han encarnado a Juan Pedernal.

            La relevancia que año tras año va adquiriendo la fiesta se nota también en el interés que suscita en diferentes medios de comunicación, que este año han cubierto la fiesta, varios de ellos con conexiones en directo.

Se mantiene por tanto más viva que nunca esta tradición centenaria que durante más de quinientos años (la de este ha sido la 526) llevan compartiendo las ciudades de Guadix y Baza. Según cuenta la tradición, el origen de esta historia se encuentra en Juan Pedernal, un accitano que estaba trabajando en el término municipal de Baza y que al dar un golpe en el desarrollo de su labor encontró la imagen de una Virgen que desde entonces se conoce como Virgen de la Piedad. Este hallazgo motivó un pequeño conflicto, porque su artífice consideraba, al ser él de Guadix, que la imagen debía llevarse a su ciudad. Mientras que había quienes alegaban que, al haberse encontrado en Baza, debía de permanecer allí.


El asunto tuvo que resolverse en los tribunales y finalmente se determinó que la imagen se quedaría en Baza pero que podría llevarse a Guadix si un emisario fuese capaz de llegar hasta el Templo de la Merced sin mancharse. Desde entonces un emisario accitano, el Cascamorras, intenta en vano cada 6 de septiembre recuperar la imagen, porque nunca es posible llegar sin pintar desde las afueras de Baza al Templo de la Merced. Por eso es también recibido por sus paisanos con pintura y agua a modo de represalia a su regreso a Guadix el día 9 de septiembre.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario