Espera volver a él para seguir
investigando tras un mes de trabajo en Guadix
Las dependencias del Archivo municipal y
Archivo Histórico de Protocolos Notariales habilitado en la calle San Marcos se
han convertido durante un mes en sede de trabajo para el investigador alemán
Max Deardorff. Inmerso en un interesante proyecto del Max Planck Institute for
European Legal History, el investigador ha encontrado en Guadix y en sus dos
archivos (el de Protocolos y el diocesano) un excelente campo de trabajo en el
que profundizar sobre los moriscos que se quedaron en el Reino de Granada en el
siglo XVI tras la Guerra de las Alpujarras.
La riqueza de los fondos del Archivo
municipal y de Protocolos le ha servido para reforzar la tesis que pone en duda
que todos se marcharan. “Uno de los grandes temas de los siglos XV y XVI es la
estirpe de Cristiano Viejo, siendo bastantes los descendientes de musulmanes
que acabaron siéndolo, tal y como sale a la luz en los documentos”, explica Max
en su último día de trabajo en el archivo accitano. El trabajo pone por tanto
en duda los conceptos de casta y linaje en el marco de este proyecto del
Instituto de Derecho Europeo que se enmarca en una línea de trabajo sobre la
convivencia en un marco temporal amplio que abarca desde el año 500 al 1700.
“El principal objetivo es profundizar en la
convivencia entre personas de distintos trasfondos sociales en la cuenca
mediterránea tomando como punto de partida la historia”, añade. Un tema que,
tal y como reconoce, tiene una conexión directa con la realidad actual. “Este
proyecto, que cuenta con financiación durante 5 años y en el que estamos
involucrados 20 investigadores, sirve sin duda para entender las raíces de
nuestro mundo actual y las bases históricas”.
Para Max y su equipo, Guadix resulta
especialmente interesante por diferentes motivos, especialmente por el hecho de
que en 1554 el obispo Martín Pérez de Ayala celebrara en ella un sínodo
diocesano “que ofrece la imagen más amplia que tenemos de los conflictos que
había entre la sociedad cristiana y los nuevos sujetos”. Un evento que sirvió
como punto de referencia para otros sínodos que se realizaron después, incluso
en las Américas. Y que servían como ejemplo para entender las diferencias
sociales.
“Todo esto no surgió de la nada. Había
conflictos, intentos de encontrar puntos de encuentro en una sociedad muy
diversa, aunque al final creo que se fracasó. Pero el intento es muy
interesante desde el punto de vista del derecho”, argumenta este investigador
ahondando en esa conexión entre la investigación histórica y su aplicación en
la realidad actual.
En su inmersión en la documentación del
archivo accitano durante todo un mes, del que reconoce que tan sólo ha podido
hacer una aproximación y que aún le queda como un 99% de su riqueza por
conocer, señala como especialmente interesante la documentación referida a la
estirpe de Abenasar, una de las más importantes familias que habían sido nobles
en la Granada Nazarí y apoyadores de la Granada Católica. “En el testamento de
un miembro de esa familia pude ver que no aparecía la etiqueta cristiano nuevo que se utilizaba con los
descendientes a mediados del siglo XVI y que el texto venía firmado por él en
árabe, lo que nos sugiere que había un gran orgullo de sus raíces”.
Max Deardorff se despide de Mónica García, la
trabajadora del archivo municipal, y de otras investigadoras locales como
Maribel Díez, con las que ha compartido espacio e inquietudes durante un mes
que le ha sabido a poco. Espera poder regresar pronto si cuenta con apoyo económico
para el proyecto en el que está investigando. Y ya planifica aprovechar además
parte de su investigación en Guadix para incluirla en un libro que está
escribiendo.
Desde su apertura son frecuentes los
investigadores que consultan los fondos del AHPN o solicitan reproducciones de
algún documento. Max Deardorff constituye un ejemplo de ellos. Y pone sobre la
mesa el gran valor y la riqueza del fondo documental y archivístico que se ha
conseguido conservar en Guadix.
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