El
encargado de esta tarea es el “maestro picaor”. La herramienta tradicional es el pico
de punta fina. El terreno debe tener ladera para facilitar la evacuación de las
aguas pluviales. El proceso comienza dando un corte vertical al terreno que se
convertirá en la fachada, quedando libre el plano horizontal situado ante
ella. Según la topografía, a veces hay
que realizar otros dos cortes verticales en los extremos perpendiculares, que
actuarían a modo de contrafuertes.
En el
centro de la fachada se traza una puerta en arco y, a partir de ella, la primera habitación, con
techo en bóveda de cañón. El motivo de
que tenga esta forma es que los techos
planos suponen un peligro para las cuevas, puesto que no distribuyen bien las
cargas hacia los pies. A partir de la primera habitación se irán “picando” el
resto, en forma de galería. Su número, dimensión y organización interna
dependerá tanto de la extensión del cerro, como de las posibilidades económicas
y necesidades de sus habitantes.
Las cuevas se alinean a lo largo de calles o
bien se agrupan en torno a una plaza o placeta, buscando siempre la luz y la
ventilación cruzada.
Las técnicas para
“picar” una cueva han ido evolucionando, pero tradicionalmente un “maestro picaor” acompañado de 2 peones,
podía tardar alrededor de un mes en “picar” una cueva de cuatro habitaciones.
Hoy día encontramos miles de cuevas habitadas en la Comarca de Guadix,(más de 2000 sólo en Guadix), podemos alojarnos en algunas de ellas y comprobar como es "dormir en las entrañas de la tierra", las hay de todo tipo a lo largo de la Comarca, como ejemplo podemos citar:
- Cuevas del Tío Tobas
- Cuevas Pedro Antonio de Alarcón
- Cueva la Ermita
- Cuevas Balcones de Piedad
- Cuevas Almugara
- Cuevas de Rolando
- Cuevas de Rolando
No hay comentarios.:
Publicar un comentario