Nuevos hallazgos en el Teatro Romano permiten conocer sus
dimensiones y singularidades que lo hacen único
La entrada oriental es en curva, debido al terreno arcilloso, y se puede hablar de un segundo canal de drenaje, de un posible segundo pórtico y de novedades con respecto a la casa romana que hacen pensar en un uso diferente al doméstico
El concejal de Turismo y Urbanismo del Ayuntamiento de Guadix, Iván López Ariza, y el arqueólogo director del Teatro Romano Acci, Antonio López, han dado a conocer los últimos hallazgos que se han dado en el recinto y que confirmar tanto su importancia y su potencial como una serie de singularidades que lo hacen único. Lo han hecho sobre el terreno, en el propio Teatro Romano, donde este viernes se estaba produciendo una visita de escolares del colegio Ruiz del Peral. Los últimos hallazgos hacen referencia tanto al recindo del propio Teatro como a la zona del porticus post scaneam y a la casa romana en la que este verano se desarrollará el Campo de Trabajo para Jóvenes.
Con respecto al Teatro en sí, se ha excavado la entrada en la parte oriental, sacando a la luz una entrada con un itinerario en curva frente a las habituales entradas rectas de todos los teatros. Este trazado se debe a la adaptación que se tuvo que hacer al ser un terreno arcilloso, lo que hace que sea un tipo de entrada único y singular del Teatro Romano accitano. Se sabe ya que la zona del hall de entrada es a través de una zona aboveda. Desde allí se accedía al escenario y aun pasillo de circulación, así como a la zona noble inferior y media de la gradería con un pasillo que desciende ligeramente. A la zona superior de la gradería se accedía a cota del Paseo Ismael Gómez de la Serna. A cota de la orchestra se han encontrado cinco escaleras (la central y cuatro más) y se estima que la zona superior tendría siete escaleras.
Las trazas del cierre del graderío
permiten tener una idea de las dimensiones del Teatro, que tendría un perímetro
de 74 metros de diámetro de la cavea.
Se ha podido detectar también que la cavea
se construyó en dos terrazas, adaptándose también al terreno. A partir de
la segunda, la construcción se hace de forma escalonada.
Otro de los hallazgos destacados es
la aparición de un segundo canal de drenaje que sale desde el escenario y
atraviesa toda el ala occidental del escenario. Es un canal que baja hasta 70
centímetros y que es más antiguo que el primer canal de drenaje encontrado. Por
otro lado, en la zona trasera el escenario (lo que podría considerarse la zona
de camerinos y zona privada del Teatro) se ha excavado y se ha encontrado el
suelo que pisaron los constructores, sobre el que después se fueron colocando
capas de arcilla para evitar que la humedad llegara al suelo.
Con respecto al Porticus Post Scaenam, la zona que hace especialmente singular el
Teatro Romano, se ha trabajado en ella hasta recuperar de nuevo un corte de 2008
retirando tierras estériles. Este trabajo permite avanzar en su relación
contacto con la casa romana del siglo IV. Y, a falta de confirmación, se han
encontrado indicios de que podría ser un segundo porticus que se habría construido sobre el lodo que cubrió el
primero. En concreto, se ha encontrado un muro de sillares que podría ser la
basa de una zona abovedada o bien otro muro. La idea ahora es trabajar en
proyecto para solicitar acceder a fondos europeos a través del GDR y poder
proceder a la excavación del porticus.
Hay también novedades en torno a la
casa romana, que tiene dos fases. Hay una habitación que es una nave como 5’5
metros de anchura y de la que hasta el momento se han sacado 18 metros de
longitud, desconociendo de momento la longitud total porque no se ha encontrado
el cierre. A esa nave se le adosa una segunda nave con dos habitaciones de la
que también se desconoce la longitud total. De momento se han delimitado
físicamente las dos naves de cara al Campo de Trabajo para Jóvenes que se
desarrollará del 17 al 31 de julio (y del que el concejal ha informado que ha
sido el más demandado de Andalucía). Estas naves y sus dimensiones llevan a
pensar que el uso sería diferente al uso doméstico que se le había atribuido
inicialmente.
En los trabajos de mantenimiento y
retirada de tierras estériles se ha contado con trabajadores del PFEA (un total
de 32 contrataciones de quince días más maquinaria), siempre bajo la
supervisión del arqueólogo Antonio López. Ahora queda pendiente realizar la limpieza
de tierras del graderío, delimitar la habitación lateral en la parte occidental
del Teatro, y aprovechar los alumnos de prácticas del Grado y Máster de
Arqueología para seguir avanzando con personal cualificado. Todo, según ha
recordado Iván López Ariza, sin prisa pero sin pausa; puesto que la puesta en
valor de un Teatro de estas características es un proceso largo en el que son
necesarios todos los apoyos posibles.
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