Se trata de la 21ª
Exposición Temporal del Centro de Interpretación Cuevas de Guadix y podrá visitarse hasta el próximo 25 de julio
Guadix y Japón están más cerca de lo que la
distancia geográfica pueda llevar a pensar. Y todo gracias a la típica silla de
anea de nuestra tierra, un trabajo artesanal que une a estas dos culturas a
priori tan distintas. El origen de esta historia se remonta al año 1967. Y
ahora puede conocerse de una forma muy especial gracias a la exposición que se
ha instalado en el Centro de Interpretación Cuevas
de Guadix bajo el título “La Silla del Emperador. Guadix-Japón (1967-2016).
Podrá visitarse hasta el próximo 25 de julio en el horario habitual del Centro
de Interpretación: de lunes a viernes de once a dos y de cuatro a seis; y los
sábados de diez a dos.
La exposición se ha inaugurado esta mañana en
el propio Centro de Interpretación de la mano de la alcaldesa accitana,
Inmaculada Olea Laguna, y del concejal de Turismo, Iván López Ariza, en un acto
lleno de emotividad en el que han participado familiares de los maestros
silleros Jesús García Leyva, que se encuentra en el origen de toda esta
historia; y de Manuel Rodríguez Martínez, pasado y presente de este oficio que,
recién jubilado, ha vivido con sorpresa y las emociones a flor de piel este
sentido homenaje.
En el acto se ha aprovechado además para
presentar el pasodoble “Guadix y la Silla del Emperador” compuesto por el yerno
de Jesús García Leyva, José Ramírez Hernández, en memoria de su suegro y de
esta curiosa historia. Y el cuento elaborado por una de las nietas de Jesús,
Mary Ramírez, junto a su hijo Eric (con la ayuda también de su otro hijo Pablo)
con motivo de un trabajo que le habían pedido en el cole al pequeño de la
familia; el resultado es un bonito cuento infantil que relata de forma amena y
atractiva esta historia tan singular.
También se ha visto un montaje en vídeo que
empezaba con un saludo desde Japón del nieto de Tatsuaki Kuroda, con el que
empieza toda esta historia. Y una proyección con las fotos antiguas que la
familia de Jesús García Leyva pudo ver 50 años después gracias a Masashi
Kutsuwa a raíz de la visita que realizó a Guadix en noviembre; en este caso
acompañadas musicalmente por el pasodoble compuesto por José Ramírez.
La exposición se centra precisamente en el oficio
artesanal de la sillería, que ha creado un especial vínculo entre nuestra
ciudad - donde antiguamente existían numerosos talleres de sillería en los
accesos al barrio de las cuevas - y
Japón. Es en 1967 cuando un artesano enviado especial del Emperador Japonés,
Tatsuaki Kuroda, llega a Guadix, al Taller del Maestro sillero Jesús García
Leyva, con el objetivo de conocer la fabricación de las sillas de enea y madera
de chopo blanco, dando lugar a esta especial relación entre Guadix y Japón que
se refleja en la muestra.
El Centro de Interpretación Cuevas de Guadix recibía
en noviembre una visita que venía gestándose desde el pasado mes de agosto pero
cuyo origen se remonta en realidad a unos cincuenta años atrás. Fue la del
profesor artesano de la madera japonés Masashi Kutsuwa, escritor y estudioso de
las artes tradicionales españolas y, más en concreto, de la fabricación de
sillas de anea. De hecho, su peripecia en nuestra ciudad ha permitió descubrir
que en Japón Guadix es conocida como “la fábrica de sillas de anea”.
Según él mismo relató, el origen de esta
denominación se remonta a hace en torno a medio siglo. Fue entonces cuando el
artesano japonés Koruda Tatsuaki recibió el encargo del gobierno de su país de
viajar a España y más en concreto a Guadix para conocer el origen de lo que
ellos denominan “la silla de Van Gogh”. El objetivo era estudiar cómo se
fabricaba ese tipo de silla y hacer una silla especial para el emperador
japonés.
El artesano se encontró entonces con el maestro
Jesús, Jesús García Leyva “el sillero”. De manos de este accitano, Koruda
Tatsuaki pudo conocer este tipo de artesanía y sus técnicas, así como aprender
a fabricar las sillas. Se cerraron incluso entre ambas partes pedidos de
cantidades importantes de sillas de anea hechas en Guadix que fueron enviadas
en barco a Japón, tal y como recordaban esta mañana las hijas de Jesús, el
maestro sillero.
Cincuenta años después el profesor Masashi
Kutsuwa ha iniciado un trabajo de investigación sobre la silla de anea que le
ha llevado a continuar el camino iniciado por el señor Koruda y que se ha materializado
en la edición de un libro sobre este oficio artesanal publicado en Japón. En él
da a conocer la historia de la silla de anea de Guadix y de la silla del emperador
japonés que su antecesor introdujo en Japón de la mano del accitano Jesús
García Leyva.
A raíz de su visita al Centro de
Interpretación Cuevas de Guadix, Masashi Kutsuwa tuvo ocasión de conocer de la
mano de su responsable, Mª Paz Expósito, las sillas que en él se conservan.
Pero también de contactar, a través de ella, con el Centro Ocupacional Acci de
la Asociación en Favor de las Personas con Discapacidad Intelectual “San José”,
donde el maestro Manuel Rodríguez ha mantenido viva esta tradición. Y, gracias
a él, de contactar con los descendientes del maestro Jesús: Asunción García,
Encarnita García y Carmen García (esta última aparecía en una de las fotos del
señor Koruda con el maestro Jesús, su padre, sentada en una sillita pequeña
junto a su madre Encarnación Reyes Raya; una foto que desconocían en la familia
y que, acompañada de muchas otras de la visita de 1967, Masashi Kutsuwa entregó
en un álbum a la familia).
Guadix, el maestro sillero Jesús y muchas de
sus sillas de anea están presentes en varios museos del país nipón. Y esta
exposición ofrece ahora la oportunidad de empezar a valorar como se merece una
artesanía que en Japón se tiene como referente.
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