Alcalá de Guadaíra

       


    Situada a pocos kilómetros de Sevilla, Alcalá de Guadaíra es la capital de la  zona  conocida como Los Alcores. La ciudad es famosa por su río y por su pan.

            Muchos son los pueblos que se han asentado en estas tierras, buena muestra de ello es la gran cantidad de restos arqueológicos encontrados en la zona, sin embargo fue durante el periodo musulmán donde alcanzó su mayor esplendor, testigo de esa época es su fortaleza,  asentada sobre una colina que domina la ribera del Río Guadaira. Con la conquista cristiana, la fortaleza se erigió en baluarte como defensa de   la ciudad de Sevilla del cercano Reino de Granada, dice la leyenda que: “al tiempo de la invasión musulmana, los cristianos ocultaron la primitiva imagen de la Virgen en una torre del castillo, donde la descubrió un águila, tras la Reconquista”,  verdad o no, la Virgen del Águila es la patrona de la ciudad, y su iglesia situada junto al Castillo, merecedora por sí sola de una visita.

      A pesar de ser una población de tamaño considerable, es Alcalá una ciudad hospitalaria, llena de zonas verdes y de espacios acogedores. Hablar de Alcalá  de Guadaíra es hablar de su río, de sus molinos y como no de su pan, del primero podemos decir muchas cosas, pero es indispensable contemplarlo a su paso por el Parque Oromana, un impresionante pinar y verdadero pulmón verde de la ciudad, en perfecta conjunción con el Río Guadaíra, pues dota al parque de una exuberante vegetación, siendo una delicia pasear y perderse por sus muchos senderos.  El curso  del río por el Parque Oromana está jalonado  por  muchos y bellos molinos, origen del famoso pan de Alcalá, que desde hace siglos ha venido surtiendo a esta zona de Andalucía de este sabroso y básico alimento, lo que le ha valido el sobrenombre de “Alcalá de los panaderos” Hoy día la gran variedad de panes que nos muestra Alcalá es impresionante, tanto en las panaderías como en sus bares y restaurantes.

            Como no “sólo de pan vive el hombre”, Alcalá de Guadaira nos ofrece muchos alicientes para visitarla:

-             -  Castillo, nombrado anteriormente.

-             -  Parroquia de Santiago, comenzada a construir en el siglo XV, no hay que perderse su impresionante torre, de una belleza sin par. Este templo es el protagonista en Semana Santa de la Madrugada alcalareña.

-              - Parroquia de San Sebastian, templo de estilo mudéjar, cuyos orígenes datan del siglo XIV.

         -  Iglesia de San Miguel, de estilo mudéjar, construida en el siglo XIV y destruida casi en su totalidad en 1808. Se ubica en el corazón del barrio del Castillo, en lo que fuera antiguo arrabal de la villa medieval. Es una interesante construcción mudéjar y el segundo templo más antiguo de la localidad, después del Santuario de Santa María del Águila y fue edificada en el siglo XIV.

          -  Ermita de San Roque. Se sitúa en el Cerro del Calvario, junto al río Guadaíra. Forma parte de un antiguo recorrido penitencial (vía sacra o vía crucis), del que dan testimonio todavía algunos templetes situados en la ladera del cerro.

          - Convento de Santa Clara, fundado en 1597 y famoso por los dulces que todavía siguen elaborando las monjas.

          -  Santuario de Nuestra Señora del Águila, de estilo mudéjar, construida en el siglo XIV y situada dentro del recinto amurallado del castillo, su campanario perteneció a la antigua mezquita, la cual estaba ubicada en este mismo lugar.

           - Capilla del Colegio Salesiano. Antigua iglesia del convento de los carmelitas.

           - Puente de Carlos III ó Puente romano, atraviesa el Río Guadaíra, recibe su nombre actual por la restauración que sufrió durante el reinado de Carlos III.

           - Puente del Dragón, aunque es un puente moderno, su interés radica en el conjunto que forma con el río y el castillo, además nos recuerda la leyenda del dragón, del que se dice  que es “guardián del Castillo”.