Cazorla

      Sobre una colina rematada por la mole ocre del Castillo de la Yedra, con toda la sierra y el Parque Nacional del mismo nombre a las espaldas, es para muchos uno de los municipios más hermosos de la Península Ibérica. La uniformidad de su arquitectura de casas blancas y parejas, el imponente paisaje de piedra y verdes cambiantes, nos embelesa de tal forma que ya podremos olvidar Cazorla nunca más.
    Merece la pena subir al Castillo, por sus vistas y para visitar el museo de artes y tradiciones populares alli instalado.

    Cazorla además nos ofrece una experiencia única, la de visitar las ruinas de la Iglesia de Santa María, una iglesia que el genial arquitecto Andrés de Vandelvira construyó sobre un río, el Cerezuelo, lo que obligó a canalizarlo previamente, el río entra en una gran boveda bajo el altar mayor, atraviesa toda la iglesia y sigue su curso bajo la Plaza de Santa María. La bóveda es un espectáculo en sí misma, y hoy día tenemos la suerte de poder visitarla, pues nos deja unas impresionantes imágenes de la pasarela adosada a la pared de la bóveda con el Río Cerezuelo a nuestros pies.